Apenas dos horas antes de empezar el partido, Miami Heat anunciaba que no jugarían ni Lebron James, ni Dwyane Wade ni Mario Chalmers. En teoría estas bajas eran por problemas físicos, aunque todo apunta a que Spoelstra quería devolverle la moneda a Popovich, ya que éste reservó a varias de sus estrellas en el partido que les enfrentaba en Miami. Esto unido a la ya conocida baja de Manu Ginobili, deslucía mucho lo que a priori era un auténtico partidazo.
Con las bajas de Lebron y Wade no tenía más remedio que aparecer Chris Bosh, y así lo hizo, anotando 10 de los primeros 14 puntos de Miami, sin fallo e incluidos 2 triples, a los que hay que sumar 2 tapones. Con este comienzo espectacular de Bosh, Miami lideraba 14-7 a mediados del primer cuarto. Otro que quería el protagonismo que normalmente no tiene era Udonis Haslem que sumó 6 puntos y 6 rebotes en este cuarto. A todo esto, San Antonio jugando a arreones le bastaba para acabar un cuarto casi sin interrupciones por delante en el marcador 22-24.
Con los secundarios en pista, los dos equipos se sentían mucho más cómodos lejos de la pintura, con 4 triples para cada equipo y varias canastas desde 5-6 metros, nos dejaban un partido muy vistoso e igualado (29-31). Con la entrada de Bosh y Duncan a la cancha, el juego se centró debajo de los aros, y ahí salió perdiendo Miami, ya que mientras Bosh estaba muy solo, Duncan estaba bien secundado por Splitter, que con 6 puntos en el cuarto, ayudaba a su equipo a liderar el marcador 36-41. San Antonio controlaba cada vez más el partido, pero un triple de Lewis impedía que los Spurs se fuesen con mucha ventaja al descanso (40-45).
22 puntos en la pintura de San Antonio por sólo 4 de Miami, dejaba bien claro cuales eran los puntos fuertes de los equipos. Y el tercer cuarto siguió con la misma tónica, Miami aprovechando la calidad de sus tiradores como Mike Miller y Rashard Lewis y los Spurs utilizando su juego de circulación que casi siempre acababa en tiros fáciles cerca del aro o en penetraciones de Parker y Leonard. Así, cada uno utilizando sus armas, el partido estaba igualado a 54 en el ecuador del tercer cuarto. Por increíble que pareciera, entre Lewis y Miller estaban destrozando a los Spurs, 10 puntos suyos en este cuarto, distanciaban a Miami en el marcador hasta los 8 puntos (64-56). En los minutos finales, los Spurs liderados por la garra e intensidad de Stephen Jackson dejaron el marcador para encarar el último periodo en 71-64.
En el último cuarto, las canastas se pusieron muy caras de conseguir, y hasta que Ray Allen no anotó un triple pasados 2 minutos y medio de este cuarto no vimos ninguna canasta. Con mucho trabajo y sufrimiento, los Spurs por fin consiguieron recortar la ventaja de Miami, gracias a un mate de Leonard, un triple de Green y una bandeja de Parker, los Spurs igualaban el partido a 80 a falta de 4 minutos. Es en estos momentos cuando aparecen los grandes jugadores, y no lo hay más grande que Tim Duncan, que con dos canastas de media distancia ponía a los suyos por delante (83-86) a falta de 1 minuto. Norris Cole anotó 2 tiros libres tras una protestadísima falta (en mi opinión no fue falta), dejando el marcador 85-86 a falta de 32 segundos. En el siguiente ataque Duncan falló su lanzamiento dejando a Miami con 11 segundos para hacer el último tiro. Sin pedir tiempo muerto, los Heat hicieron llegar la bola a Chris Bosh libre de marca para lanzar un triple frontal y... LO METIÓ! Triplazo de Bosh para ganar el partido! San Antonio tuvo 1.1 segundos para preparar una última jugada, pero los Heat defendieron bien, y Parker solo pudo realizar un tiro forzado que no entró. Al final victoria para Miami 88-86.
Con esta victoria, los Heat dan un golpe definitivo a la liga, demostrando que son el mejor equipo y que son los favoritos indiscutibles para revalidar el título. Además demostraron que el éxito de esta temporada no se debe exclusivamente a Lebron y Wade, sino a una plantilla muy completa y de alta calidad.
El MVP del partido fue para Chris Bosh, que por si alguien lo dudaba se echó el equipo a las espaldas y demostró su condición de super estrella. Sin Lebron ni Wade pudo brillar más que nunca y consiguió 23 puntos (9/17 TC y 3/5 3T), 9 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones. Buen partido también de Cole como base titular con 13 puntos y 4 asistencias. En San Antonio los mejores fueron Leonard (17 puntos y 11 rebotes) y Duncan (17 puntos y 12 rebotes).
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