Stephen Curry llegaba al Madison Square Garden estrenando unas zapatillas muy llamativas en las que se podía leer una inscripción: "I can do all things" ("Puedo hacer cualquier cosa"). Y desde luego demostró que sí podía. El joven base de los Warriors mantuvo durante todo el partido esa sonrisa asesina de los grandes jugadores cuando saben que están en una noche especial.
Si la noche anterior en Indiana conseguía su mejor anotación esta temporada con 37 puntos, en New York, Curry se fue hasta los 54 puntos, consiguiendo así la mejor marca de su carrera y la mejor anotación de cualquier jugador esta temporada, además es el tercer jugador en la historia que consigue llegar a esa cifra como visitante en el MSG tras Michael Jordan y Kobe Bryant. Y no lo hizo como se podría pensar tirándose hasta las zapatillas, Curry tuvo una serie de tiro de 18/28 (64.2%). Sin duda, en lo que más destacó fue en la larga distancia, Curry anotó nada más y nada menos que 11 triples (de 13 intentos), lo que supone batir el récord de triples anotados por la franquicia de los Warriors y el récord de triples anotados por cualquier jugador en el MSG. También se convirtió en el 5º jugador en la historia que consigue meter tantos triples y se quedó a solo uno del récord absoluto que comparten Kobe Bryant y Donyell Marshall con 12.
Pero Curry también destacó en otros aspectos del juego, cuando toda la defensa de los Knicks se centraba sobre él estuvo muy inteligente y supo encontrar a sus compañeros libres de marca, llegando así a las 7 asistencias, a los que hay que sumar 6 rebotes y 3 robos. Todo esto jugando por completo los 48 minutos del partido.
En definitiva, un partido que quedará grabado en la historia de la NBA, y que será recordado por los aficionados durante muchos años. Aunque seguramente el pequeño base de Ohio por lo que se acordará de este partido es porque no pudo culminar su noche histórica con una victoria.
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