Es curioso como el equipo que tuvo el honor de disfrutar del para muchos mejor base de la historia, un tal Magic Johnson, ahora se encuentra en una situación muy diferente, no es que no tengan un buen base, es que directamente no tienen ninguno.
Este problema se remonta a marzo de 2012, cuando el General Manager de los Lakers, Mitch Kupchak, decidió traspasar a Derek Fisher, quién había pasado 13 de las últimas 16 temporadas siendo el perfecto director de juego de un equipo que había levantado el trofeo de la NBA cinco veces. En su lugar se fichó a Ramon Sessions, que venía de promediar 10.5 puntos (39.8% TC) y 5.2 asistencias en Cleveland. Hizo un final de temporada regular bastante digno, aunque en playoffs no dio la talla. Sessions no fue renovado y firmó en verano por los Bobcats.
En el verano de 2012, los Lakers fueron los grandes protagonistas juntando nada más y nada menos que a Bryant, Gasol, Howard y Nash, todo un equipazo que como sabemos completaron una de las temporadas más convulsas y desastrosas que se le recuerda a un equipo con tantas estrellas. En lo que a bases se refiere, Nash había sido uno de los mejores de la década, sin embargo, su avanzada edad (38 años) provocaba ciertas dudas sobre su posible rendimiento. Como base suplente se contaba desde hace un par de temporadas con Steve Blake, que pasaba la mayoría de los partidos sin pena ni gloria. Nash tuvo varios problemas físicos y solo pudo disputar 50 partidos en los que promedió 12.7 puntos y 6.7 asistencias, sus peores números de este siglo. Blake también arrastró lesiones y solo jugó 45 partidos. Con este panorama los Lakers se plantaron in extremis en playoffs con Darius Morris y el recién fichado de la D-League Andrew Goudelock como bases para enfrentarse a los Spurs, lógicamente fueron barridos.
Y llegamos a la presente temporada, ¿y quiénes son los bases de los Lakers? Pues Steve Nash con problemas en la espalda solo ha jugado 6 partidos y ya se empieza a especular con su retirada. Steve Blake por fin parecía que se asentaba como base titular, pero una lesión en el codo le dejará fuera hasta finales de enero. Nos queda uno de los fichajes del equipo este verano, Jordan Farmar, pero ¿a qué no lo adivináis?, exacto, también está lesionado. Farmar estaba siendo un gran revulsivo desde el banco, pero una lesión en los isquiotibiales le ha hecho perderse ya 11 partidos, y no se prevé que vuelva hasta dentro de unos días. Por lo menos el regreso del gran Kobe Bryant tras ocho meses de lesión arrojaba un poco de luz a este oscuro panorama. Kobe ejerció como base en 6 partidos, en los que promedió 6.3 asistencias, pero eso sí, 5.7 pérdidas. Para desgracia de todos los que amamos este deporte, Kobe se ha vuelto a lesionar, esta vez en una rodilla, y estará seis semanas de baja.
¿Y quién ejerce ahora de base? Pues Mike D´Antoni no ha tenido más remedio que improvisar y colocar de inicio a Xavier Henry como base, compartiendo esa tarea con Jodie Meeks o Nick Young o el que sea, porque ese es el problema, que no hay un director claro, el que coge el rebote defensivo, suele ser el que sube el balón, y a partir de ahí improvisación absoluta. Un bloqueo directo, un pase sencillo, una penetración o un tiro sin más. No hay un plan de juego predeterminado, solo el que marca el jugador que casualmente tenga el balón en ese momento. En los últimos 5 partidos los Lakers son el equipo que menos asistencias promedia de la liga con 18.2 y el segundo que más pérdidas comete con 17.2 por encuentro. Con estos números es muy difícil aspirar a ganar partidos, y con lo caras que están las plazas de playoffs en el Oeste, los Lakers lo van a pasar muy mal si no cambian las cosas.
Los Lakers han fichado al base Kendall Marshall procedente de la liga de desarrollo, aunque hasta que no vuelvan Blake, Farmar y espero que Nash, se me antoja muy complicado que los Lakers tengan un poco de criterio en su juego y puedan ganar partidos con cierta solvencia.
Lo que darían los Lakers porque Magic Johnson volviera a jugar con ellos...
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