Que el nivel de la
Conferencia Este el año pasado fue uno de los más bajos que se
recuerda no debe ser sorpresa para ningún aficionado a la NBA.
Mientras en el Oeste la igualdad era máxima entre Thunder, Spurs,
Nuggets, Grizzlies, Clippers e incluso Warriors, en el Este sólo los
Heat y los Pacers parecían dar el tipo ante unos Knicks
extremadamente dependientes de Carmelo Anthony y sus rachas de tiro,
unos Nets cuyo nivel no estuvo a la altura que se esperaba a la hora
de la verdad, unos Bulls combativos como nadie pero muy mermados por
las lesiones, unos Celtics cada vez más en decadencia debido a la
madurez de su plantilla y un largo etcétera de equipos que apenas
podían plantar cara a Miami y a su imparable marcha hacia las
finales. La única alegría del año pasado fue Indiana, que liderada
por Paul George y Roy Hibbert a punto estuvo de dar un disgusto en la
Final de Conferencia a unos Heat que a la postre se proclamarían
campeones.
Un claro ejemplo del nivel de esta conferencia el año
pasado fue que los Bucks acabaron en el octavo puesto clasificados
para Playoffs con el paupérrimo balance de 38 victorias y 44
derrotas. Para poner estas cifras en contexto, los Rockets, octavos
de la Conferencia Oeste, acabaron la liga con 45 victorias, mientras
que en la temporada 2011/12, en la que debido al "lock out"
se jugaron 16 partidos menos, los Sixers acabaron octavos con 36
victorias.
No obstante, todo hace
indicar que este pobre nivel no volverá a repetirse este año, pues,
salvo contadas excepciones, los franquicias han hecho refuerzos de
nivel que les permitirán aspirar a cotas más altas. Cuando se habla
de refuerzos en el Este viene a la mente de todos el nombre de
Brooklyn, y no sin motivos. Tras el gran traspaso del verano, los
Nets se han hecho con una de las plantillas más poderosas de la
liga, y pocos se atreven a ponerle techo a su temporada. Aunque todos
tenemos en mente el fiasco de los Lakers del año pasado como ejemplo
de que grandes nombres no garantizan un gran año, un quinteto
formado por Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y
Brook López parece muy difícil de parar, y si se le suma la
aportación desde el banquillo de hombres como Jason Terry o Andrei
Kirilenko resulta innegable que estamos ante un claro candidato a la
lucha por el anillo.
Pese a todo, este gran traspaso no puede
hacernos olvidar otros nombres que han sonado con fuerza este verano
pero que seguramente lo harán mucho más esta temporada, y uno de
ellos es el de Detroit Pistons. Los de Michigan ha logrado hacerse
con los servicios del ala-pívot Josh Smith, uno de los agentes más
codiciados del verano y que ha dado un importante salto de calidad a
la plantilla, pero la cosa no ha quedado ahí; Chauncey Billups ha
vuelto a la franquicia con la que consiguió el anillo en el año
2004, y hará pareja en el "back court" con Brandon
Jennings, junto a quien tratará de devolver a los Pistons a la zona
noble de la conferencia.
Éste último llega procedente de los
Milwaukee Bucks, cuya temporada se preveía muy poco prometedora tras
la bajas del propio Jennings, Monta Ellis, Mike Dunleavy Jr. y J.J.
Reddick, que dejaron la zona exterior de los de Wisconsin
prácticamente desierta. Sin embargo, tras muchos movimientos en el
verano, los Bucks han conseguido formar un juego exterior bastante
interesante con el regreso de Luke Ridnour, Caron Butler y Carlos
Delfino, y las incorporaciones de Brandon Knight, que tratará de
hacer olvidar la profunda huella que su tocayo dejó en el Bradley
Centre, y de Gary Neal y O.J. Mayo, que tratarán de apoyar el crecimiento
de las dos figuras interiores de los Bucks: John Henson y Larry
Sanders. Aunque lo tendrán mucho más complicado que el año pasado,
los de Milwaukee no renuncian a repetir el octavo puesto que les
permita estar en los Playoffs.
Otros que han sabido pescar en río
revuelto han sido los Knicks, que en su enésimo intento de poner un
anillo en las manos de Carmelo Anthony, o por lo menos convencerle de
que se que en el Madison cuando llegue el verano que viene y sea
agente libre, han incorporado a la plantilla nombres como Andrea
Bargnani, Beno Udrih o Metta World Peace, que tratarán de que la
franquicia neoyorquina dé por fin el salto que les permita pelear
realmente por estar en las finales.
Por último cabe destacar la
llegada de Greg Oden al vigente campeón, Miami Heat, pues aunque no
disputa un partido oficial desde 2009 debido a sus conocidos
problemas con las lesiones, conviene recordar que fue elegido en
primera posición del Draft de 2007 por los Portland Trail Blazers,
por delante de Kevin Durant. Si demuestra en Miami la calidad que
llevó a la franquicia de Oregón a escogerlo antes que a la
superestrella de los Thunder, a quien muy pocos se atreven a
cuestionar como el segundo mejor jugador del mundo tras LeBron James,
puede terminar de perfeccionar una plantilla que ya ha demostrado ser
casi imbatible las dos pasadas temporadas.
Además de estos
fichajes, también será importante echarle un ojo a las jóvenes
figuras que se incorporan este año a la liga a través del draft,
entre las que destacan tres nombres sobre el resto: Anthony Bennett,
Victor Oladipo y Nerlens Noel.
Bennett reforzará el juego interior
ya de por sí muy poderoso de unos Cavaliers que parecen haber
encontrado al fin el proyecto idóneo para resurgir en la época
post-LeBron; y es que la confirmación de Kyrie Irving como una de
las estrellas indiscutibles de la liga, acompañado en el juego
exterior por Dion Waiters, cuya consagración se espera esta
temporada tras un gran año de rookie, Jarrett Jack y Alonzo Gee,
sitúan el juego exterior de los Cavs como uno de los a tener en
cuenta este año. No obstante, su potencial interior es también
digno de mención: Andrew Bynum, que tras confirmarse como la
decepción de la temporada pasada después de no disputar ni un solo
partido con los Sixers, se unirá a Varejao, Thompson y al ya mencionado
Bennett, de quien se espera mucho este año, para tratar de demostrar
que sigue siendo uno de los mejores centers de la liga y colocar a
los de Cleveland como uno de los más firmes candidatos a
clasificarse para la postemporada.
Por otra parte, Oladipo llega para
reforzar a unos Magic que, tras tocar fondo el año pasado después
de la marcha de Dwight Howard, tratarán de iniciar su resurrección
de la mano de Nikola Vucevic, que destacó el año pasado como uno de
los jugadores más mejorados, y de Tobias Harris, que tras llegar
desde Milwaukee a mitad de la temporada pasada se erigió como el
referente ofensivo del equipo. De su mano, los de Florida intentarán
sentar los mimbres para volver a ser un equipo competitivo.
De Noel
hay poco que decir: llega a una plantilla totalmente desarbolada con
el regalo de Jrue Holliday a los Pelicans, la ya nombrada marcha de
Bynum a los Cavaliers, y el traspaso de Nick Young a los Angeles
Lakers. El joven pívot, si al final juega algún partido esta temporada (que es posible que no lo haga), tendrá galones desde el primer momento, pero difícilmente su calidad pueda levantar a un
equipo hecho para perder y pescar una buena posición en el Draft de
2014. Antes de pasar al siguiente apartado, un último nombre del
Draft en quien no me voy a detener: Giannis Antetokounmpo, un base de
2,06 dará que hablar.
No obstante, no todo son
fichajes en este verano en la NBA. Si la temporada pasada estuvo
marcada por las lesiones, muchas de ellas secuelas del exigente
calendario del año anterior consecuencia del "lock out",
este es el año de los regresos, y hablar de regreso en NBA es hablar
de Derrick Rose. Quién no se preguntó el año pasado al ver cómo
los Bulls plantaban cara a Miami con una rotación de prácticamente
6 jugadores, con Nate Robinson vomitando en los tiempos muertos, y
jugadores con molestias físicas que no podían renunciar a jugar
debido a la plaga de lesionados de gravedad. ¿Hasta dónde habrían
llegado los de Chicago con Derrick Rose en cancha y con el equipo al
100%? Ha llegado la hora de conocer la respuesta, porque el base de
Illinois ha vuelto a su mejor nivel, y está demostrando con sus
recitales en la pretemporada que puede liderar a estos Bulls hasta lo
más alto. Si Luol Deng y Joakim Noah mantienen el nivel al que se
vieron obligados a jugar el año pasado ante la ausencia de su
estrella, su alianza con él puede ser incontenible.
Sin embargo, el
de Rose no será el único gran regreso a la alta competición, pues,
aunque el excelso nivel de Paul George haya hecho que apenas se le
haya echado en falta en Indiana, Danny Granger también está de
vuelta para ayudar a los Pacers a mantenerse como el segundo equipo
de la Conferencia Este. Si el alero asume que ya no es la estrella de
la plantilla, como lo era en el momento de su lesión, y ocupa sin
problemas el puesto de actor secundario de Paul George, la franquicia
de Indianápolis va a ver su nivel considerablemente aumentado. Si ya
estuvieron cerca de derrotar a Miami el año pasado, ¿podrán
hacerlo este año con la aportación de Granger?
Para terminar, me
gustaría hacer referencia a un equipo al que, pese a que no cuenta
con ningún refuerzo estratosférico ni la recuperación de estrellas
lesionadas, creo que le espera un temporada bastante interesante, y
no es otro que los Washington Wizards, centrándome en dos nombres a
los que es imposible no hacer alusión cuando se habla del equipo de
la capital: John Wall y Bradley Beal. Estos dos jugadores forman
seguramente la pareja exterior con más potencial y capacidad de
crecimiento de la liga (con permiso de Stephen Curry y Klay
Thompson), y si los Wizards son capaces de rodearlos de una plantilla
competitiva, van a llevar muchas alegrías a Washington en los
próximos años. Quizás no sea este el año definitivo de su
consagración como pareja a tener en cuenta, pero si nadie los
separa, van a dar mucho que hablar en los próximos años.
Las cartas están ya
puestas sobre la mesa en la Conferencia Este, es ahora el momento de
ver si las grandes planificaciones hechas durante la pretemporada
pueden cumplir su cometido o si, por el contrario, pasan a la larga
lista de decepciones que el deporte no para de mostrarnos. Quedan 82
partidos por delante para comprobarlo. Esto empieza.
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